El barrio de Roitegui

El barrio de Roitegui

 

Para muchos arqueños, especialmente para los jóvenes, probablemente resulte un poco extraño este nombre. Hemos oído, desde siempre, hablar de “Barrionuevo”; pero “Barrio de Roitegui” suena como a extraño, lejano o forastero. Lejano sí que es: tal vez ande rondando el milenio y no tendría nada de raro que estuviese emparentado con algún pueblo de la vecina Álava.

 

Fue un barrio con entidad propia bastante señalada, gozando de una serie de servicios interesantes. Efectivamente disponía de: HOSPITAL bajo la advocación y patrocinio de La Santísima Trinidad, manteniéndose en pie hasta bien entrado el siglo XVII y unificarse tales servicios en el de santa Brígida.

Allí se ubicó, bien ventilado por una parte y protegido del calor por el grosor de sus muros, el ESTANCO del pescado fresco, del abadejo y de la ballena, junto a lo que es hoy reliquia de muralla: El Portal del Estanco.

Tampoco hizo ascos a la industria (léase TEJERIA),                                                                                                                                                             con magnífica producción especialmente en el siglo XVIII, y la FÁBRICA DE AGUARDIENTE situada, en un principio, junto a la Fuente de la Teja y no en el Hortal , como la conocimos tantos.

 

Tuvo también su MESON, fonda con funcionamiento intenso hasta los albores del S XX. Aunque era propiedad de la villa se arrendaba al mejor postor. ¡Cuántos mensajes secretos debieron cruzarse en sus cuadras durante las guerras que asolaron la villa en el S XIX! Por otra parte serían muy frecuentes las visitas del alcabalero para ajustar el precio a las cargas de leña que entraban a la villa provenientes de la montaña. Para el servicio religioso contó, desde el S XIII, con un pequeño monasterio, el de SAN SEBASTIÁN de Lomba, dependiente del grandioso de Irache. La campana conventual, marcándole ritmo al tiempo, haría de pregonero religioso para los vecinos y peregrinos.

 

Este barrio debía extenderse, sobre poco más o menos, desde casa de Vitoriano Perales hasta la Tejería. Cuando en el año 1973 D. Felipe Azcona, originario de Luquin, puso aquí su casa-domicilio empadronándose en el registro de hijosdalgo, consta que era BARRIO DE ROITEGUI (Hoy puede verse su escudo de armas de familia en la fachada de la casa).

 

Pero para que os hagáis una idea más clara del urbanismo de la zona, por otra parte bastante bien conservado hasta el presente, os ofrezco detalles de un documento que no tiene pierde, según dicen los castizos. No olvidéis que todavía no existía en el pueblo “La Enseñanza”, ni se obtenían títulos de Bachiller, aunque hay que confesar que tenían estudios de Gramática y Latín. De paso, quien tenga buena mano para el dibujo y la imaginación no muy exaltada, podrá recomponer los portales de la muralla, basándose en documentación fidedigna. Respetamos su ortografía.

 

“ Decimos nosotros, Juan de Dolarea y Antonio de Soto vecino de la villa de Arróniz que, de orden de los señores de ayuntamiento de esta villa de Los Arcos, hemos visto y reconocido con todo cuidado, una porción de calle llamada ROITEGUI adonde, por no tener éxito para correr las aguas, se necesita bajar el terreno en la distancia de quince baras de largo, tres cuartas, y en otras quince baras se ha de rebajar un pie , y en el largo de otros quince, se ha de rebajar 10 onzas, etc…y en el largo de otras 10 baras se ha de cargar tres cuartas con el mismo terreno y cascajo que salga de lo que se ha de bajar en las otras porciones de dicha calle, pisonándolas fuertemente para que después no baje el empedrado que se ha de hacer en dicha calle, porque de no hacerse, sirve de grande daño al pueblo porque todas las aguas que bajan del Castillo pegan a una parte de la casa Mesón de esta villa , pues todas se quedan estancadas en dicho paraje de la casa Mesón y de otros vecinos, en donde no pueden transitar los navegantes(así), pues todos los más días están caendo caballerías de molineros y arrieros, como también los que conducen la leña para el abasto de la villa, les obliga el ir rodeando extramuros de la villa. Como también DOS ARCOS que se hallan en dicho remate de calle, hasta la casa Mesón, se deben destruir por ser muy angostos y amenazan ruina, pues los arrieros que conducen las sacas de lana no pueden pasar por dichos arcos, pues les obliga a rodear por los extramuros de esta villa, cruzando el río por mal paraje y un pedazo de acequia del regadío que llaman de La Serna, para poder ir a la casa Mesón de esta villa. Como también un Arco de un portal, que se llama EL ESTANCO, está amenazando ruina y es tan sumamente bajo que ningún navegante de a cavallo (así leemos en el original) puede pasar que no sea con mucho trabajo, pues muchos de los días se están espirimentando diferentes golpes, como también salen las yuntas a labrar, están rompiendo mui a menudo los aladros, por ser sumamente vajo y angosto.

Esto declaramos, conforme Dios nos lo ha dado a entender; hiciendolo bien y perfectamente, conforme a Arte, así el empedrado como el desmonte de los arcos y portal, redificando todos los cortes de las murallas y la esquina de la casa Mesón, pues es el paraje a donde paran las dichas aguas y cienos del Castillo; y esto tendrá de coste , todas las fábricas referidas, la cantidad de mil trescientos sesenta y tres reales”.

 

Lo de “navegantes a caballo” creo que puede tener dos lecturas diversas: primera, siendo gente de secano, a lo mejor sonaba extraña la etimología de navegar y les parecía rimbombante tal vocablo para expresar ante la autoridad la importancia de la obra que proponían. Otra versión, tal vez, hiciera referencia a que la acumulación de agua era tal y el charco tan grande y duradero, que hace cuenta que tenían que andar en barca, aunque fuera a caballo. Gente aguda….

De todas formas, este escrito lo juraron y firmaron de su puño y letra, ante el escribano Pedro Jalón y Ayala, quien lo hizo llegar al Consejo Real, en Pamplona. El 5 de agosto de 1768 le dio el visto bueno, y Melchor Francisco Lasterra, que hacía de procurador de la villa en la capital Navarra, se lo comunicó al Ayuntamiento para que pusieran mano a la obra. Nada dice respecto del “navegar”, señal de que se dieron por enterados y admitieron la lógica demanda.

Los usuarios de esta página quedan invitados a hacer un dibujo (o varios) , en que aparezcan EL MESÓN, los DOS ARCOS del portal de Roitegui, y finalmente la reliquia de la muralla: EL PORTAL DEL ESTANCO . ¿No os parece bien y que luego puedan aparecer en esta página?

 

VÍCTOR PASTOR ABAIGAR

 

LOS ARCOS, Agosto 1989 : Club de Jubilados Revista Cultural nº 10  

 

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