Visita de Alfonso XIII

El Rey en Los Arcos (31 de Agosto de 1903)
Transcripción de la noticia del diario LA EPOCA

Los Arcos 31 (1,45) . La comitiva Regia llegó a este pueblo a las once y cuarenta minutos de la mañana, haciendo en hora y media el recorrido de 25 kilometros.
El camino de Estella a Los Arcos no es tan bonito como el recorrido antes.
El paisaje es árido, y solo le dan de vez en cuando alguna nota agradable los escasos viñedos y olivares que se encuentran entre sus pelados cerros.
La entrada del Rey en Los Arcos fué verdaderamente triunfal.
EL pueblo, con sus autoridades a la cabeza, hizo una manifestación verdaderamente entusiasta, siguiendo al monarca por las calles del pueblo con incesantes aclamaciones, vivas y aplausos.
El alcalde, D. Esteban Zubieta, y el Ayuntamiento recibieron al Rey en el límite de la jurisdicción del pueblo.
A la entrada de la villa veíanse arqueros vestidos con los característicos trajes rojos de los antiguos habitantes de la villa, que llamaron la atención de los visitantes.
Delante del Casino, edificio de nueva construcción, donde se habien dispuesto habitaciones para el Rey y los Principes, y el comedor, se habia levantado un bonito arco de follaje, con una dedicatoria a S.M.
La brillante manifestación de este pueblo, considerado siempre como muy carlista, viene también a destruir la leyenda del arraigado carlismo de esta provincia.
Al recorres las calles de la villa se arrojó sobre el Rey y sus augustos hermanos un verdadero diluvio de flores.
La primera visita de S.M. fué para la iglesia de Santa Maria, en la cual entro bajo palio.
El templo, de estilo plateresco, es monumento notable en el estilo a que pertenece y por su antigüedad. Data del siglo XVI.
Se cantó en la iglesia un Te-Deum, acompañado por el órgano.
 Dentro del templo se hizo al Monarca una ovación inmensa.
Después de la ceremonia, el Rey y sus acompañantes hicieron una detenida visita a la iglesia.
Llamo la atención de S.M. el hermoso claustro gótico, es es lo más notable del templo.
Desde Santa Maria se dirigió el Monarca al Casino, para almorzar.
A la salida de la iglesia, el pueblo hizo nuevas manifestaciones de entusiasmo.
El almuerzo, servido por las Reales Cocinas, fué de 40 cubiertos.
Almorzaron con S.M., además de las personas de la comitiva, el alcalde y el cura párroco del pueblo; el gobernador, Sr. Soler, El marques del Vadillo y el arquitecto D. Máximo Goizueta.
El gobernador, el marques de Vadillo y el diputado Sr Diez de Ulzurrun habian llegado a Los Arcos antes que la Regia comitiva, encontrándolo todo admirablemente dispuesto.
El gabinete preparado para que S.M. descansara tenía las paredes forradas de antiguo damasco amarillo.
El gabinete destinado a la Princesa estaba forrado de damasco rojo, procedente del convento de las Concepcionistas.
Mientras el Rey almuerza en el Casino, que por cierto es un edificio magnifico, los diputados y periodistas lo hacen en fondas particulares y en la de Pinillos.
Los coches de la Regia comtivia están desenganchados y los soldados de la Escolta Real pasan por las calles, llevando sus caballos a beber.
En todo el pueblo reina animación extraordinaria.
Constantemente se disparan cohetes y la música deja oir sus notas alegres.

Salida de Los Arcos

Los Arcos 31 (3.25 tarde) . A las tres salió de este pueblo la comitiva Regia, dirigiéndose a Viana.
La manifestación de despedida hecha al Monarca fué tan entusiaste como la del recibimiento.
Las campanas fueron echadas al vuelo, como a la entrada, se disparaban centenares de cohetes, y el puevlo en masa seguía tras de los coches, vitoreando y aplaudiendo al Rey.
D. Alfonso está satisfecho de las cariñosas manifestaciones de este pueblo.
Al almuerso del Rey fueron también invitados los representantes de la Diputación de Navarra, que acompañarán a S.M. hasta Logroño.
El alcalde se sento a la izquierda de la Princesa de Asturias.
El marques de Vadillo, en nombre de la representación parlamentaria, entregó al Rey una instancia, en la cual se solicitaba de la bondad del Monarca que se interesará en el importante asunto de la traida de aguas al publo.
D. Alfonso ofreció hacerlo asi.
También se entregó a S.M. otra instancia solicitando que, en el caso de que los obreros procesados por romper las máquinas agricolas resultasen condenados, se interesase por su indulto.
El Rey habló con algunos de estos procesados, quienes le dijeron que habian roto las máquinas por el temor de que estas les quitaran el trabajo.
S.M. que ofreció interesarse por el indulto, les dijo que las máquinas agricolas, lejos de quitar trabajo, aumentaban el número de trabajadores, al mismo tiempo que la riqueza del pais.
Al manifestar el alcalde al pueblo los ofrecimientos del Rey, se hizo a S.M. una inmensa ovación. El calor sigue siendo extraordinario.
S.M. se hace telegrafiar diariamente por el vicario de Zarauz la temperatura y el estado del tiempo.
Hoy anunciaba el Padre Orcolaga temperatura agradable, pero el pronostico ha resultado equivocado.