Un pueblo de cine (Parte II)

No tardó en salirle comptetencia. Hacia el año 1932 D. Javier Fdez. de Piérola comienza a proyectar películas en un salón llamado “IDEAL CINEMA” que previamente fue granero, garaje después y luego salón de baile.

Aún recuerdan nuestros mayores aquellas películas mudas animadas por alguna pianola o los violines de “los Malones”.

El Sr. Piérola no tardó en tener problemas con la censura, pues a raiz de la proyección del21 de Noviembre de 1937 (segundo año triunfal) de la película “Altar de la moda”, se le apercibió para que en adelante no proyectara película inmoral alguna y que “de repetirse el caso se daría cuenta al Excmo. Gobernador Civil de Navarra y a la Asociación Católica de Padres de Familia”, pues, decía el acta del Ayuntamiento: “la tal película ha sido calificada por el público de inmoral”. Es decir, que el pueblo de Los Arcos era ya todo un crítico en cinematografía.

Lo cierto es que el Sr. Piérola o el encargado de la programación siguió proyectando lo que debía ser, a persar de todo, del agrado del público, y, nada menos que el día de Navidad del mismo año “echó” la película titulada “Casino de Paris” y esta vez fue el P. Olegario Corral S.J. quien la había calificado como “verde y perniciosa para todos”.

El Ayuntamiento, en sesión del 27 de Diciembre y en razón a que “después de la advertencia hecha se reincida con película tan inmoral, acuerda por unanimidad que se dé cuenta de los hechos pidiendo su corrección al Excmo. Sr. Delegado Provincial de Orden Público y a los Padres de Familia, pidiendo sus instrucciones para que no se repitan tales casos”.

Continuará….