Contrato para hacer los faroles del alumbrado de la villa

Diversos recibos localizados en el Archivo Municipal nos informan quién fue el artesano que hizo los faroles. Veamos qué dicen los recibos:

"Certifico yo, el abajo firmado, que mediante orden del Ayuntamiento de esta villa, he recibido de Cayetano Blasco, administrador de la carnicería de la misma, cuatrocientos ochenta reales de plata fuertes (480), por cuenta del importe de los treinta faroles, a razón de trece pesetas cada uno, que me he conformado en construir con el herraje correspondiente para el alumbrado de dicha villa. Y, para que conste, doy y firmo el presente en esta villa de Los Arcos, a primero de abril de mil ochocientos veinte y siete (1 de abril de 1827). Alejandro Latapie (rubricado)"

En otro dice: He recibido del Ayuntamiento de esta villa una onza de oro por cuenta de los faroles. Los Arcos, 8 de junio de 1827. Alejandro Latapie (rubricado)

Finalmente, el último que tenemos localizado de esta época y referido a la fabricación de los faroles, dice:

"Confieso yo, el infrascrito, haber recibido de Cayetano Blasco, administrador de la carnicería, la cantidad de sesenta pesos fuertes (60) a cuenta de mayor cantidad, del alumbrado de esta villa. Y, para que conste, doy el presente en Los Arcos a 12 de junio de 1827. Alejandro Latapie (rubricado)."

Advertimos que el número de faroles no coincide con lo que anteriormente se había pensado, hasta cincuenta.

¿Quién fue este artesano? Alejandro Latapie era un francés, avecindado en Los Arcos, hombre habilidoso en otros oficios además de experto latonero. A lo largo de los años que vivió en nuestro pueblo, se ocupó del arreglo de los faroles, tanto en su parte metálica como de los cristales. Se conserva una carta suya, dirigida al alcalde don Eugenio Ortigosa el 31 de enero de 1829 en la que, al formular sus reclamaciones por reparación de faroles, se ve que todavía no dominaba completamente el lenguaje. Se entiende lo que quiere decir, pero no acierta a expresarlo correctamente, aunque en su exposición luce muy buena letra, como en todos los recibos y papeles que hemos podido ver firmados por él.

Sabemos también que trabajó el canalón de la casa de don Juan Echeverría, el famoso cura carlista de la primera guerra. Este cura guerrillero mantuvo con él fuerte querella por escrito, incluido el despectivo tratamiento de gabacho (coloquialmente francés), por no estar conforme con la reclamación de pago de la obra.

Hemos recordado que era hombre habilidoso. Además de hacer los faroles, también hizo obras en la parroquia. El administrador de la parroquia da cuenta de 525 reales y 9 maravedíes, pagados a Alejandro Latapie, maestro latonero: 65 reales importe de veintiséis cristales que ha puesto en dos bastidores de madera para la linterna de la media naranja y, los 460 reales y medio restantes, a que ha ascendido el coste de pintar la bóveda del presbiterio, incluidas las pinturas y manufacturas. Estas pinturas se refieren a las restauradas hace un par de años, que se estropearon el día de Navidad de 1830. Una tormenta tiró el campanile de las campanas pequeñas, situadas en la zona del tejado donde ahora se coloca “el colorín”, abriendo un boquete en la bóveda y estropeando algunas zonas del retablo de la Virgen de Nievas, que pueden verse examinando detenidamente esa zona. La zona del presbiterio se llenó de escombros.

Victor Pastor Abaigar