Alumbrado público. Faroles de aceite

Alumbrado público. Faroles de aceite

 

 

¡Qué fácil nos resulta ahora disponer de fuerza eléctrica, no sólo para el mantenimiento en los hogares de todo tipo de electrodomésticos sino para el alumbrado de calles y plazas del pueblo! Pero este invento del alumbrado público y corriente eléctrica, en el que ni siquiera pensamos y nos parece que tiene que ser así, tuvo, por así decirlo, su prehistoria en nuestra villa.

 

Hoy exponemos cómo fueron los momentos iniciales del alumbrado público, en el primer cuarto del siglo XIX, mediante faroles alimentados con aceite.

He aquí datos de un estadillo, conservado en nuestro Archivo Municipal, que lleva el siguiente título: Razón de las cantidades recibidas por el Ayuntamiento de esta villa para el alumbrado en este año de 1827.

 

En primer lugar y dado el tipo de trabajos que en él se consignan, podemos establecer esa fecha como la inicial para una planificación racional de este servicio público. Figuran los maestros de obras Alejandro Ducazcal y José de Arnedillo que se ocuparon de la correcta instalación de los faroles en las calles del pueblo. Al primero se le encargó medir el goteraje, es decir, los metros de fachada que tenía cada casa. Le ayudaron José Quintana, Andrés Alonso y los alguaciles de la villa para confeccionar el listado de vecinos y, luego, ajustar el correspondiente impuesto de acuerdo con los metros de fachada.

Alejandro Ducazcal, José Arnedillo, Luis Gil y Mariano Sainz fueron los encargados de excavar en los muros de las casas los correspondientes huecos o nichos para fijar los faroles. Cuando el hueco se hacía en una pared de piedra, tal labor se reservaba a un maestro cantero, como se hizo al colocar los azulejos en 1815, reinando Fernando VII. Verlo en el Ayuntamiento.

En total se abrieron cincuenta huecos para colocar otros tantos faroles. Lo cobrado por el municipio al vecindario, a razón de 5 maravedíes por vara de goteraje, supuso 758´13 reales fuertes.

 

Los herrajes para hacer una escalera fueron trabajados por Manuel Lazcano, por importe de 27 reales fuertes. 

 

Para guardar el aceite se compraron tinajas, orzas y platos a los orceros Baztán y Fernando De los Ríos.

 

Sin duda fue gasto importante el correspondiente a la compra de aceite. En 1827 se compró el género a distintas personas, que figuran con el apelativo genérico de a unos aragoneses. Se les compró 26 arrobas y 16 libras. De acuerdo con datos señalados por José María Iribarren en su Vocabulario Navarro, cada arroba equivalía a 14, 76 kg de aceite y, una libra, 0´372 kg. Según esta apreciación, serían unos 390 kg. de aceite.

Una docena de aceite, equivalente a 4´464 kg., gastada en el ensayo para el funcionamiento de los faroles, la proporcionó la primicia parroquial. La cerilla y algodón empleados en el primer día de puesta en marcha del sistema, se le compraron a Manuel Alzugaray.

 

En el cálculo de gastos especificados por meses, resulta curioso el dato aclarado para el mes de mayo. Se tiene en cuenta los días de luna llena para ahorrar gastos. No se hacía un reparto uniforme para cada uno de los meses del año, sino que, en cada uno de ellos, viene especificado el número de días que se encienden los faroles y la cantidad de aceite que se asigna según época. Lo contabilizado de mayo a diciembre de este año de 1827, ambos meses inclusive, supuso 775 libras y 9 onzas, siendo octubre el mes de más gasto, 139 libras y 1 onza, mientras que en mayo se consumieron 51 libras y 3 onzas.

 

En el mismo estadillo, pero de cuentas relativas a 1828, encontramos un nuevo producto empleado para el alumbrado: Para mechas de luquetes por haberse concluido las mechas de cáñamo, otros 4 reales. El Diccionario de la Real Academia define luquete, en su primera acepción, como especie de cerilla grande de azufre.

 

Estas mismas cuentas nos han transmitido el nombre de los tres faroleros: Andrés Munárriz, Bartolomé Gastón y Domingo Alonso. En el mes de octubre a cada uno de ellos se le abonó una peseta por cuenta de su salario, equivalente a 6 reales fuertes.

 

Nota: Como todo el mundo dispone calculadora, dejamos que cada uno haga cálculo de lo que podría suponer en nuestro actual sistema de pesas y medidas y el importe en dinero. También internet podría dar pistas  ¡Qué montonera de €uros!

 

Víctor Pastor Abáigar.

 
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